Cuando el paisaje habla, solo necesitas escucharlo.
Y cuando una pareja se ama de verdad, no hace falta nada más que dejarlo ser.

Así fue la preboda de Niki y Manu.
Una sesión suspendida entre el aire de la montaña, el eco de una fortaleza antigua y una luz que parecía esperarnos.


Una localización que cuenta su propia historia

Las ruinas de esta fortaleza no necesitan decorados.
Cada piedra guarda secretos. Cada muro en ruina se convierte en escenario.
Y al fondo, el paisaje andaluz: olivares, pueblos blancos, caminos que se pierden entre colinas.

Allí, ellos.
Dos siluetas vestidas de luz y calma.
Dos cuerpos que caminan juntos, se buscan, se reconocen.


Una sesión editorial, sin artificios

En esta sesión no hubo poses. No hubo guiones.
Solo el ritmo natural de la tarde, el sonido del viento y una pareja siendo exactamente quienes son.

Eso es lo que buscamos en Purafoto:
capturar la esencia sin alterarla, dejar que la emoción respire.
Componer con el entorno, narrar con la luz, honrar con la cámara lo que ya es bello por sí mismo.


Prebodas con alma: cuando lo importante es el vínculo

Más allá del look, de la moda o de los “checklists”,
una preboda es un espacio de intimidad.
Un regalo para parar el tiempo antes de que empiece la vorágine.

Para mirar al otro y pensar: sí, es contigo.
Para dejarse mirar desde fuera, sin dejar de ser uno mismo.


¿Te imaginas una sesión así?

Si sientes que tu historia merece ser contada con honestidad, belleza y profundidad,
quizá lo que buscas no es una simple sesión de preboda.
Sino una experiencia visual que refleje lo que sois, sin ruido, sin poses, sin filtros.

Escríbenos. Soñemos juntos tu escenario.
Donde sea, como seáis, pero con alma.

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@dortega_wedding